Castigaleu ofrece la oportunidad de encontrar la calma en un entorno privilegiado y rodeado de un territorio lleno de una oferta turística entre Aragón y Cataluña. Las posibilidades que ofrece el Montsec se dirigen hacia el disfrute de la naturaleza y de la cultura. No muy lejos de Castigaleu se encuentran las pasarelas de Montfalcó o el centro de interpretación de la torres vigias de Viacamp. Enclaves como el pueblo medieval de Montañana, el Museo de los Dinosaurios de Arén, las paredes o el Monasterio de Alaón de Sopeira o la antigua capital de la Ribagorza, Benabarre, ofrecen la opción de realizar excursiones de un día, al igual que Graus o el Valle del Isábena con la catedral de Roda y el Monasterio de Obarra.
La cercanía del Macizo del Turbón y del Pirineo, tanto en su vertiente aragonesa como catalana, es un atractivo para los amantes de los deportes al aire libre y la naturaleza, tanto en verano como en invierno, con la práctica del esquí en las estaciones de Cerler en el Valle de Benasque o del Valle de Boí o del Valle de Arán.
La gastronomía es otro de los atractivos de la zona, con la degustación de carnes a la brasa o la suculenta longaniza como reina de los embutidos. Las setas o las piezas de caza son otros manjares especiales de La Ribagorza.